miércoles, 25 de diciembre de 2013

Viento Caliente

Acabo de entrar a mi casa, estuvimos comiendo en la galería con mi familia. Hoy fue un dia que no será fácil de olvidar, por dos motivos. Primero, es Navidad, y segundo, hizo cerca de 40°. Después de la Nochebuena y la tradicional cena familiar, fui a una fiesta, por primera (y creo que última) noche de Navidad, y baste decir que después de acostarme con el sol bien alto, hoy estuve algo cansado. Pero a la hora de la cena, que al igual que anoche y al mediodía incluyo cerdo, noté que algo pasaba en el clima, y me gusta pensar que es un regalo del cielo para mí, porque comenzó a soplar, y de hecho todavía sopla (lo veo por la ventana) viento caliente. Cuando uso esa expresión se presta a confusión y siempre es tema de debate, algunos dicen que el viento no es caliente, sino que es el ambiente, otros que son ráfagas calientes que vienen de no se qué punto cardinal. Como fuese, lo que a mi me importa es lo simbólico de un evento como este, que en esta parte del mundo no sucede habitualmente. Me recuerda a una película de terror, y ya se que no puedo saber que temperatura tiene el viento en las películas, pero mi cabeza viaja directo a una película cada vez que hay viento. Si es viento caliente, a una película de terror o suspenso, y si es frío a una película romántica en la Patagonia. Y no, no vi ninguna película romántica en la Patagonia.
Hoy voy a aprovechar que hay viento caliente y voy a hablar de eso, decidí volver al tema porque mi cama da contra una puerta que da a un balcón, y el viento caliente está un aumentando y empujó unos centímetros mi cama. Ahora me levanté para escribir más cómodo. En lo que me levantaba me fijé por la ventana, y sigue pareciendo una película de terror, pero ahora se le suma que es en una playa. Desde la ventana también se ve el cerro. Evidentemente el viento caliente distorsiona un poco la percepción de lo real. Pero este ambiente creado por el viento caliente es único, realmente hace notar la protección de las paredes y los techos. Mientras por la ventana se ve a todos los árboles que bailan la misma canción, adentro nada se mueve, todo sigue igual. Para darle más ambiente al día acabo de poner la misa criolla, mi música favorita en ésta época del año. La sensación que tengo ahora es de protección, por un lado material, porque veo el poder del viento sin que me afecte, y espiritual, porque escuchar música eclesiástica, llamémosle así, siempre ayuda a sentirse bajo el cuidado divino. Me corrijo sin cambiar mis palabras. No es que el poder del viento no me afecte, me afecta y mucho, a lo que voy es que no me está despeinando, aunque admito que en varias ocasiones abro a ventana y me pongo contra las rejas, quizá solo para sentirme más cerca del poder sin límite de la naturaleza. En el jardín hay varias palmeras, y justo ahora la más grande está sacudiéndose y haciendo ruido, que hermoso el ruido que produce el viento!! Durante varios momentos en éstos días me cuestioné si era  realmente feliz, y por lo menos mientras haya un viento así, contesto que sí. Esto es lo que siento ahora, pero recordando la fiesta de anoche, me duermo y en otro momento reflexiono un poco más sobre el viento caliente, los monzones y los alisos. También voy a averiguar del viento sonda, que si mal no recuerdo, también es caliente. 

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