Se opina mucho sobre el encuentro entre el Papa Francisco y el presidente Macri, todo basado en suposiciones. Suponer nos lleva a tener opiniones más débiles, y yo también tengo una opinión. Igual de débil que el resto.
- La foto del Papa y el presidente no abunda en sonrisas, es cierto. ES UNA FOTO, no un medidor de realidad.
- La reunión de ambos líderes fue corta, duró apenas 20 minutos. Algunos la comparan con la charla de 2 hs con CFK. Yo digo: a buen entendedor pocas palabras.
- Bergoglio y Macri se conocen desde el despegue de sus carreras. Hoy ambos han llegado al punto más alto dentro de la institución a la que pertenecen. Eso es valioso y respetable.
- El Papa no está enojado con Macri por encarcelar a Milagro Sala. A pesar de la falta de costumbre, en Argentina contamos con 3 poderes independientes. La Justicia encarceló a esa mujer, nada tuvo que ver el Poder Ejecutivo con eso. Más aún, estamos hablando de un ámbito provincial, distinto del ámbito nacional.
- Francisco estuvo enfermo hace dos días. Es humano, le puede pasar, no tiene necesariamente que estar preparando el terreno por las dudas quiera evitarlo a Macri.
- El Papa es un líder espiritual de primer nivel, no un militante peronista. Puede simpatizar con quien quiera, pero evitó venir a la Argentina el año pasado para no distorsionar el mapa político. Eso muestra que es prudente.
- Francisco sale siempre en el ranking de las 10 personas más poderosas e influyentes del mundo, no le aporta nada el apoyo de La Campora. Sí, de esa misma Campora que repartió volantes en el Vaticano pretendiendo evitar que fuera electo Obispo de Roma.
- El Papa viene preparando un protocolo que respeta más a la mujer hace rato. Lo estrenó con Juliana Awada. Las caras simulan, los hechos demuestran.
Es cierto que la relación del Papa Francisco y el presidente Macri no parecen ser las mejores. Pero no confundamos tantos, la relación con CFK previa a la elección papal no solo "no pintaba tan bien", fue terrible.
