martes, 19 de noviembre de 2013

La Imagen Personal



Hace unos días escuche en un simposio de antropología un trabajo muy interesante sobre Nietzche y sus ideas acerca del ser y el parecer, y la mascara que eso crea en nosotros, que es (para Nietzche) todo lo que hay de nosotros, nuestra apariencia viene a ser nuestro ser. Poco más, poco menos, esto es de lo que trata la teoría, al menos en este trabajo. Sin ahondar en detalles, porque si bien Nietzche es un gran autor que recomiendo a quien quiera leer filosofía, no es el tema que me ocupa en este momento. Me decidí a escribir sobre esto hoy, hablando con mi papa acerca de la construcción de la imágen personal, que él me dijo que está formada por todas nuestras acciones, y es intencional, con lo que coincido, y veré ahora este tema de la imágen personal, o apariencia.

¿Somos pura apariencia? ¿Realmente no hay nada detrás de nuestra autoimpuesta "máscara"? ¿El ser y el parecer son lo mismo? ¿O hay algo más profundo?
Y voy a atreverme a cuestionar a los que creen que solo somos lo que mostramos ser. Creo que las personas somos, permitiendome la comparación, como un castillo amurallado, por fuera tenemos grandes muros (nuestras apariencias), fuertes, duros, impenetrables, dan aspecto de fortaleza; o bien los hay débiles, bajos, despreocupados, muros sin guardias que los custodien, y el extremo es un castillo sin muros, que se muestre tal cual es. Ahora bien, cuando hablamos del interior (nuestro ser) es otra cosa. Hay caminos entrecruzados, largos y sinuosos, hay puertas, de madera, sencillas afuera y más lustrosas y refinadas hacia adentro, hay gente caminando de aqui para alla, hay varios pisos, torres, salones para grandes multitudes, lugares de reunión para la Corte, habitaciones, un patio de armas, en fin... a lo que voy es que lo que hay dentro de esos muros es mucho más amplio y vasto de lo que aparenta ser por fuera, hay mucha vida detrás del ocultamiento que crean los muros. Esta comparación sirve en parte para expresar mi idea de que hay mucha vida en el interior de las personas, mucho más de lo que muestran. A veces los muros del castillo son fuertes y lo que cuidan es muy humilde, quiza el castillo (sin pretender ser duro con estos castillos), no valga la pena semejante cuidado, asi como también habrá castillos hermosos que no tengan ningún muro, porque así lo decidió quien vive allí (como tema aparte, esto evidentemente lo hace, además de sincero, vulnerable). En otras palabras, hay gente que muestra más de lo que es, pero también hay gente que se muestra tal cual es. O sea, hay gente en la que la apariencia es distinta del ser, algunas veces para bien, otras para mal, y hay gente en la que la apariencia y el ser son lo mismo, y aqui voy a detenerme. Cuando podemos identificar a la apariencia con la esencia ocurren dos cosas, una podría ser que la apariencia llega al grado de consumir a la persona, cuando alguien vive solo para aparentar, cuando alguien vive para que los demás crean algo que no es; o bien puede pasar, en el otro extremo, que una persona se preocupe solo de su mundo interior, y es que creo que las hay (aunque pocas), que son como son, y eso le muestran al mundo, le quitan los muros al castillo, quiza no a proposito, quiza los muros nunca fueron creados, o fueron derruidos por la falta de cuidado (y no hablo de una falta de cuidado necesariamente negativa).
Así que bien, sin intención de quitarle valor a la opinión de los que creen que solo somos apariencia, someto a consideración que, o bien tenemos un vastisimo mundo interior, o bien, si la apariencia es nuestro ser, no es necesariamente algo malo, como se puede llegar a creer, dado que a veces el ser se constituye a partir del parecer, sino que también hay casos en los que el parecer está constituido solamente por el ser. Por una cuestión de mayorías me atrevo a decir, sin haber hecho las estadísticas del caso, que hay más personas que tienen un mundo interior que las que son pura apariencia. Y si bien coincido en que algunas personas (bastante cuestionables en lo moral) viven solo por aparentar, muchos viven para fomentar el crecimiento de un mundo interno, de esa vida dentro de los muros del castillo que hace que la vida valga la pena ser vivida. Me atrevo a decir que hay gente que vale la pena, y que no todo está perdido. El mundo tiene (todavía) muchas buenas personas, y hay que poner todas las esperanzas en que cada vez haya más, y trabajar para que eso suceda.


Parafraseando a Einstein, al menos eso dice internet, no se si él lo dijo realmente: "El mundo está en peligro, pero no por las malas personas, sino por las buenas personas que se sientan a ver lo que pasa".
Por último, respondiendo a la pregunta del comienzo. Si, definitivamente hay algo más profundo que la apariencia, sea que ésta constituya el ser o esté constituida a partir de éste. La apariencia no es solo apariencia.



Frases sensibleras si las hay, 
               pero viene bien en este caso jaja


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